Queridos Diocesanos:
Estoy seguro de que la noticia de la venida del Papa a Santiago de Compostela, el día 6 de noviembre, ya ha llegado a todos vosotros: sacerdotes, miembros de Vida Consagrada y laicos de la Diócesis. Por medio de esta carta pastoral, compartiendo vuestro sentir, quiero reiterar nuestro profundo agradecimiento al Santo Padre por la bondad y disponibilidad que ha manifestado al acoger la invitación a venir para estar con nosotros, uniéndose a los peregrinos que han llegado, siguen llegando y llegarán en este Año Santo Compostelano.
Viene como “peregrino de la fe y testigo de Cristo resucitado”, y quiere acompañarnos como Jesús hizo con los discípulos de Emaús para ayudarnos a redescubrir los valores espirituales y religiosos de nuestra peregrinación hacia la ciudadanía de los santos y fortalecer nuestra esperanza cristiana, iluminando con la luz de Cristo resucitado las realidades de nuestra existencia para transformarlas conforme al querer de Dios manifestado en Cristo que peregrinó a nosotros para revelarnos el designio del amor y de la misericordia de Dios Padre para la humanidad.
La presencia del Papa en nuestra Iglesia diocesana animará nuestro compromiso cristiano. Sin duda, el vínculo de la unidad, de la caridad y de la paz del que es portador el Vicario de Cristo en la tierra, es fuente de riqueza espiritual para todas las Iglesias particulares. Inevitablemente vienen a nuestro recuerdo las palabras de Jesús a Pedro: “Confirma a tus hermanos” (Lc 22, 32). Encargado de confirmar a sus hermanos en la fe, alentar su esperanza y fomentar la caridad es el contenido del ministerio pastoral que recibe del Señor resucitado (Jn 21) y que desempeña en la fidelidad del amor (Jn 21, 15), orientándoles con sus enseñanzas y dándoles fuerza con su presencia.
Os exhorto ya desde ahora a tener muy presentes en vuestra oración con el patrocinio del Apóstol y la intercesión de la Virgen Peregrina las intenciones del Papa en el gobierno de la Iglesia como sucesor de Pedro, y a pedir también por los frutos espirituales y pastorales de su peregrinación a la Tumba del Apóstol Santiago el Mayor para nuestra comunidad diocesana, para Galicia y para toda la Iglesia en España.
Dispongámonos ya desde ahora a acompañarle y preparémonos a darle nuestra mejor acogida y hospitalidad, pues “no pueden ser ajenos a la caridad aquellos con los que camina la verdad”. ¡Bendito el que viene en el nombre de Cristo como peregrino a esta Casa del Señor Santiago!
Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
+Julián Barrio Barrio,Arzobispo de Santiago de Compostela
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