HERRAMIENTAS PARA CUARESMA
Javier Leoz
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1.LA MESA DE LA ORACIÓN. Para comprender y entender la voluntad de Dios en nuestra vida. ¿Qué querrá el
Señor de mí?
2.EL DESTORNILLADOR del
perdón. Para aflojar situaciones tensas y, por lo tanto, al igual que Jesús
Maestro ofrecer el perdón sin exigir nada a cambio.
3.LA SIERRA DE LA CONFESIÓN. Para cortar con todo lo que nos separa del amor de Dios. Para
apartar de nuestro lado aquellas actitudes que no nos permiten vivir como hijos
de Dios y por lo tanto para permitir que Dios vuelva a recuperar la noble
madera que tenemos en el corazón.
4.EL MARTILLO DE LA FE.
Para no desesperar ante un mundo incierto. Para llegar al fondo de los
misterios pascuales. La fe nos hace comprender que, Dios, es amor y que lo ofrece gratuita y generosamente. Sólo nos
pide correspondencia y confianza.
5.EL METRO DE LA
PENITENCIA. Para marcarnos pequeñas metas que nos inviten a ponernos en
camino saliendo al encuentro del Señor que sube hacia Jerusalén.
6.EL TORNO DE LA
CONVERSION. Para moldear nuestra persona, nuestro corazón y nuestra alma
con la fuerza del Espíritu. Dos grandes enemigos salen a nuestro paso: el todo
vale y el todo da igual.
7.EL CLAVO DEL AMOR.
Para volcarnos e incrustarnos de lleno allá donde existe soledad e
incomprensión. Cristo fue sensible a los dramas de las personas. También
nosotros podemos llevar seguridad a aquellos que nos rodean con un poco de
afecto.
8.EL CRISTAL DE LA
TRANSPARENCIA. Para que el Señor y también los demás nos vea tal y cual
somos. Pedro se comprometió a ser fiel aún a sabiendas de que, su debilidad,
podría más que sus promesas. Ser transparente significa también ser humilde.
Mostrarnos tal y cual somos.
9.LAS GAFAS DE LA
ESPERANZA. Para ver los acontecimientos del mundo como Dios mismo los ve.
Para ser objetivos en nuestros juicios y no confundir la falsedad con la
verdad, la mediocridad con la perfección o el interés personal con el bien
general.
10.LAS TIJERAS DEL PECADO.
Para podar aquello que sobra en el árbol de nuestra vida social, política,
matrimonial o personal. Vivir con Cristo conlleva buscar el camino de la
perfección para encontrarnos con Aquel que es imagen de la perfección divina.
11.LOS ALICATES DE LA
PALABRA DE DIOS. Para perfeccionar nuestra vida y, hacer de nuestra
existencia, una búsqueda de su presencia, de su voluntad y de su amor.
12.LA LLAVE DEL CORAZON.
Para abrirnos sin reservas y sin condiciones ante un Jesús que nos invita a
seguirle, a escucharle y a ser más y mejores hermanos.