El martes 17 de mayo nuestra residencia acogerá el Icono de la Inmaculada Joven que ha estado peregrinando por todas las diócesis españolas, antes de viajar hacia la Jornada Mundial de los Jóvenes, que convoca su Santidad el Papa Francisco el próximo verano en Cracovia.
El cuadro de la Inmaculada Joven está realizado por la reconocida pintora cisterciense Isabel Guerra y fue donado al Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española al finalizar el Encuentro Europeo de jóvenes en Ávila del verano pasado.
Una obra muy pegada al tiempo en que vivimos, pues para realizarla Isabel Guerra cambió los pinceles y óleos por un teclado, un ratón y programas de creación digital. El resultado, una pintura digital de casi dos metros de altura que representa a María Inmaculada actualizada con todos sus símbolos. Una pintura que pretende, que «los jóvenes vean en María Inmaculada un prototipo para la juventud, lo contrario del “todo vale” que les dice la sociedad.Lo primero que llama la atención de la obra es su técnica digital, que, según palabras de la propia autora, «es una herramienta al servicio del arte, de las artes plásticas, del dibujo, como lo fue en su día el óleo o el carboncillo».
Así, la religiosa presenta a la Inmaculada como una mujer jovencísima, casi adolescente, según ella misma dice, «con una mirada de gran trascendencia, limpia y que nos eleva, nos invita a mirar nuestra vida con la esperanza de la fe». Así describe su obra: «Vemos una joven asunta al cielo, con túnica blanca, muy actual. La Virgen tiene una media luna a los pies, que es uno de los símbolos principales de María Inmaculada, pero también algo más característico si cabe que son las 12 estrellas pero representadas de manera informal y atípica».