domingo, 24 de mayo de 2009


"No; yo no dejo a tierra.
No; yo no olvido a los hombres.
Aquí yo he dejado la guerra;
arriba están vuestros nombres."

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que, al irme, se va conmigo
la cautividad cautva.

El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha.
El Padre ya os ha sentado
conmigo, a su derecha.

Partid frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea.
Vosotros marcáis mi hora.
Comienza vuestra tarea.