Nos situamos a las puertas del Año de la Fe. Al acercarnos a la
Biblia nos ponemos en sintonía con el mejor instrumento que nos manifiesta la
Voluntad de Dios.
Nos dice Benedicto XVI: “Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy
convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La
lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada de la oración permite ese
íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y
a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del
corazón…”.
Lectura, meditación, oración y contemplación... son los cuatro pasos a seguir. Así comenzamos a tener una mirada nueva para observar y valorar la vida, los
hechos, la historia...