Hoy, día de los trabajadores, la Iglesia conmemora a San José obrero. Padre nutricio de Jesús, justo y humilde carpintero de Nazaret, que pasa la vida no sólo en la meditación y la oración, sino también en las fatigas de su artesanía. San José auténtico obrero, único hombre que compartió con el Hijo de Dios la tarea de todos los días.
"Vosotros, los hijos del trabajo, que durante siglos habéis sido los esclavos de la labor, buscad a aquel que declara que la vida es sagrada, que el obrero es libre de las cadenas que la primacía del materialismo y del egoísmo económico ha soldado no sólo en torno de los puños de los trabajadores, sino en torno de su corazón y de su espíritu... Buscad un principio, una razón que haga a los hombres iguales, solidarios entre sí, y que les devuelva la fraternidad. Y ello no en el odio contra otros hombres... Ya que todos viven en una comunidad natural, que traten de formar una sociedad humana y que sientan la grandeza de ser un pueblo". Pablo VI
Por ello, recordamos a todos los trabajadores de nuestra patria y del mundo entero, pidiendo al cielo que sean instrumento de paz, de evangelización, de serena inteligencia, de valor y de 
confianza en sí mismos, de esperanzas de bien y de fervientes voluntad, dignos y sin retaceos en la hermandad de los hombres
Juan Pablo II enseña que los hombres descubren pronto la cruz en su trabajo; precisamente por ello el esfuerzo humano es redentor, pues Cristo lo ha unido a su pasión: también él fue obrero y predicó su evangelio del trabajo conociendo íntimamente esta realidad que tiene por protagonistas a todos los hombres y mujeres del mundo.
confianza en sí mismos, de esperanzas de bien y de fervientes voluntad, dignos y sin retaceos en la hermandad de los hombresJuan Pablo II enseña que los hombres descubren pronto la cruz en su trabajo; precisamente por ello el esfuerzo humano es redentor, pues Cristo lo ha unido a su pasión: también él fue obrero y predicó su evangelio del trabajo conociendo íntimamente esta realidad que tiene por protagonistas a todos los hombres y mujeres del mundo.
¡EL TRABAJO DIGNIFICA AL HOMBRE!
VALENCIA, 29 ABR. (AVAN) .- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha elogiado esta mañana la valentía y gran labor de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en el transcurso de la ceremonia de profesión de votos perpetuos de dos religiosas de la congregación que ha presidido el prelado en la Casa General, ubicada en Valencia.Monseñor Osoro ha destacado la “osadía, el atrevimiento y la valentía” de sor Laura de Nuestra Señora del Carmen Muñoz Serrano y sor María José de Jesús Marrero Castellano, al “poneros al alcance de Dios y para toda la vida en medio de este mundo”.Igualmente, el prelado, que ha sido recibido y saludado a su llegada a la Casa Madre por cerca de 200 religiosas de la congregación, ancianos y familiares, ha animado a las dos religiosas que profesaban sus votos a “rebosar de alegría”, aunque vengan momentos de oscuridad, y “no caer en la tentación tan habitual hoy de la desesperanza” .Previamente, el arzobispo, que ha asegurado que su relación con las Hermanitas “es muy grande desde que soy sacerdote”, ha rezado arrodillado ante la imagen de la fundadora, Santa Teresa de Jesús Jornet, a quien le ha pedido “su protección para este ministerio episcopal que comienzo como arzobispo de Valencia”, ha indicado. A continuación, ha dado comienzo la celebración, en la que también ha definido la fundación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados como “obra maravillosa” que está extendida por todo el mundo.Monseñor Carlos Osoro ha destacado a lo largo de su homilía el “significado profundo que tiene la profesión perpetua” de las dos religiosas, y la importancia de la labor de “una hermanita hoy en la Iglesia” al servicio de los hombres y del mundo.VOTOS PERPETUOSLas religiosas que han realizado sus votos son sor Laura de Nuestra Señora del Carmen Muñoz Serrano, natural de Puerto Llano (Ciudad Real), y sor María José de Jesús Marrero Castellano, nacida en la localidad de Firgas en Las Palmas de Gran Canarias, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la congregación.Sor Laura de Nuestra Señora del Carmen Muñoz Serrano, que reside en la Casa General de Valencia desde hace cuatro años, vistió el hábito de novicia en Valencia en abril del año 1998. A partir de entonces, tras realizar el noviciado durante dos años, profesó sus votos simples en abril de 2000. A continuación, durante otros dos años realizó una formación de preparación espiritual y técnica en el Juniorado de Carabanchel Alto (Madrid), y tres años de prácticas en otros centros de la congregación.Por su parte, sor María José de Jesús Marrero Castellano, que se encuentra también en la actualidad en la Casa General de Valencia, procede de la casa que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados fundaron hace cuatro años en Manila, en donde ha residido durante los últimos tres. Vistió el hábito de las Hermanitas en abril de 2001 en México e, igualmente, después de profesar sus votos temporales en 2003, realizó también durante tres años prácticas en casas de la congregación en Méjico.En la actualidad, la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados cuenta en la Comunitat Valenciana con 355 religiosas que atienden a más de 2.000 ancianos en una veintena de residencias repartidas por las provincias de Alicante, Castellón y Valencia. 
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