sábado, 31 de octubre de 2009

DIA DE TODOS LOS SANTOS


Todos los santos: “¡Al Cielo, al Cielo, al Cielo quiero ir!”
Meditación del padre Pedro García, misionero claretiano
ROMA, viernes 30 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la meditación que ha escrito el padre Pedro García, misionero claretiano, conocido evangelizador en América Central, sobre la solemnidad de Todos los santos, que la Iglesia celebra este domingo, 1 de noviembre.
* * *
Una canción inocente -¡y tan inocente, como que era una canción para niños del catecismo!- decía con tonada también muy simple: ¡Al Cielo, al Cielo, al Cielo quiero ir!... Y lo repetía: ¡Al Cielo, al Cielo, al Cielo quiero ir!... Pero ahora se me ocurre preguntar: ¿y no habrá más profundidad de la que imaginamos en un canto que nos gustaba de niños y que ahora ya no entonaríamos por nada?...
Porque la realidad de la Persona humana es ésta: busca la felicidad; una felicidad plena; la felicidad de un amor que le sacie todas las aspiraciones del corazón; una felicidad sobre todo que no acabe nunca; y, por lo mismo, una felicidad que no tenga en perspectiva el final traído por una muerte inexorable...
Esta es la realidad nuestra. La de todo hombre y de toda mujer. La del anciano y la del niño. La de todos sin excepción.
Y, a ver, ¿cuándo y dónde se da esa felicidad en el mundo? Nunca y en ninguna parte. Pues aunque se tenga de momento todo lo que se ha deseado, siempre subsistirá la certeza de que todo ha de acabar un día. Entonces, la vida se convierte necesariamente en un fracaso.
Pero esto no lo podemos decir. Porque sería insinuar una blasfemia contra Dios, que nos habría hecho expresamente para ese fracaso tan cierto, tan seguro, tan destructor.
Por eso acudimos a la fe. Y la fe nos dice todo lo contrario acerca de esa experiencia humana. La fe nos asegura que estamos hechos para una felicidad total, plena, inacabable. Una felicidad, sin embargo, que no es de este mundo sino de otro que esperamos. Felicidad que en el lenguaje cristiano la llamamos Cielo.
Si esto es verdad, ¿cantan o no cantan bien los niños? ¿tenemos para reír o tenemos para meditar con esas palabras y esas notas infantiles?...
Ya se ve a dónde vamos con esta consideración en la Fiesta de Todos los Santos que celebramos hoy. Este día se centra en esa palabra que encierra nuestra esperanza, el Cielo, donde se encuentran ya tantos hermanos nuestros y hacia donde tienden irresistiblemente nuestras almas. Una fiesta hermosa de verdad, llena de dulce nostalgia y que nos estimula a seguir con coraje por el camino de la vida.
Por una parte, es una celebración en honor de todos nuestros hermanos en la fe que ya triunfaron y están en la gloria de Dios para siempre. Cada uno de ellos se merecería una fiesta suya, una fiesta especial. Pero ante esa imposibilidad de millones y millones de fiestas en el apretado calendario de trescientos sesenta y cinco días al año, la Iglesia los engloba a todos en una sola festividad, que es toda para todos los Santos y Santas, y para cada uno en particular como si nadie más estuviera en el Cielo.
Les felicitamos a todos y a cada uno. Le damos gracias a Dios por la gloria de cada uno en particular. Y pedimos a cada uno de ellos que interceda por nosotros, hasta que estemos todos juntos en la misma felicidad que ellos ya disfrutan y que nadie les puede arrebatar. Por otra parte, esta fiesta la celebramos por nosotros mismos como fiesta de nuestra
esperanza.
La esperanza no confunde, nos dice el apóstol San Pablo. Quien camina por la vida
suspirando por el Cielo, es una persona que no se equivoca nunca. Es la imagen más opuesta al pobre que no sabe de dónde viene ni a dónde va.
Ocurrió en la persecución contra la Iglesia en Vietnam, de la antigua Indochina, donde corrió tanta sangre cristiana. Un niño -inteligente, bien instruido en la doctrina- se encuentra ante el mandarín, y le pide con resolución:
- Mandarín, dame un sablazo en el cuello para poder ir a mi patria.
El Mandarín no entiende nada.
- ¿A tu patria? ¿Dónde está tu patria? ¿Qué no eres de Indochina, o qué?...
- Mi patria está en el Cielo.
- Oye, niño, ¿dónde están tus padres?
- Están en el Cielo, porque murieron por su fe. Yo quiero irme con ellos. Dame un
sablazo.
Este muchachito caminaba por la vida con la misma precisión y seguridad que un gran Obispo y Doctor de la Iglesia como era San Basilio, que contestó al ser interrogado sobre su ciudadanía:
- Soy de aquellas inmensas alturas de la grandiosa patria mía.
Cuando suspiramos con vehemencia por aquella felicidad que Dios nos promete, glorificamos al mismo Dios, porque ponemos en ejercicio esa esperanza que, junto con la fe y el amor, nos infundió con la gracia en el Bautismo.
Al soñar en el Cielo, reconocemos que sólo Dios puede llenar todas las aspiraciones de nuestro corazón. Todo lo que no es Dios y no lleva a Dios se resuelve al fin en un fracaso -¡y ése sí que es fracaso de verdad!-, mientras que el tender siempre a Dios hasta poseerlo en su propia felicidad es la realización plena de la persona. No se tiene miedo a nada y se camina con seguridad en todos los pasos de la vida.
Nunca como en esta fiesta nos damos cuenta de la verdad que entraña la frase más repetida del gran san Agustín, que le dice a Dios:
- Nos has hecho, Señor, para ti, y nuestro corazón está siempre inquieto, y en continua zozobra, hasta que descanse en ti.
No solamente los niños -los primeros candidatos al Reino de los Cielos-, sino también nosotros los mayores, ¡al Cielo, al Cielo, al Cielo queremos ir!...

jueves, 29 de octubre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

Hoy en nuestra residencia...


A lo largo de este día con motivo de la fiesta de San judas, es un río de gente la que desfila ante su venerada imagen. Ya en la primera misa de las 9 de la mañana se ha reflejado la gran devoción que se tiene al Santo.


A las 7 de la tarde se celebrará la última misa solemne, habrá un confesor disponible para todas las personas que quieran recibir la gracia del sacramento.


Desde aquí están todos invitados a participar y a compartir este día tan especial con nosotros.

Día 28: Fiesta San Simón y San Judas, apóstoles


Evangelio: Lc 6, 12-19 En aquellos días salió al monte a orar y pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de entre ellos eligió a doce, a los que denominó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, y a su hermano Andrés, a Santiago, a Juan, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Santiago de Alfeo, a Simón, llamado Zelotes, a Judas de Santiago y a Judas Iscariote, que fue el traidor.

Bajando con ellos, se detuvo en un lugar llano. Y había una multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo procedente de toda Judea y de Jerusalén y del litoral de Tiro y Sidón, que vinieron a oírle y a ser curados de sus enfermedades. Y los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados. Toda la multitud intentaba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Elección de los apóstoles

Dibuja san Mateo de modo magistral el panorama de la vida del Señor con sus apóstoles y con la gente de Palestina durante su vida pública. Posiblemente lo preponderante de la situación, entonces como ahora, sea esa muchedumbre del pueblo y esos discípulos que, en gran número, estaban ahí: al alcance de la mirada, del oído, de las palabras y de los gestos del Señor. Y esperaban la santificación que procedía de la Persona de Cristo: sus palabras de estímulo y aliento para la vida y, claro está, sus milagros que les curarán de los diversos padecimientos.

En este contexto se entiende la elección de unos apóstoles, especialmente escogidos. Tanto que se mencionan uno a uno sus nombres y algún otro detalle de varios de ellos. Serían, como sabemos, quienes iban a acompañar a Jesús durante su vida pública, los que escucharían de continuo sus palabras y serían testigos reiterados de sus milagros. Los apóstoles, que ya ayudaban al Maestro en la difusión de la doctrina salvadora mientras estaba con ellos, acabarían por recibir la misión de extender por todo el mundo el Evangelio, la buena noticia de que Dios se ha hecho hombre y ha querido compartir su vida con los hombres, y hasta hacernos vivir de El.

Pero cristiano es discípulo de Cristo. Destinado por el Bautismo –y más aún por la Confirmación– a ser testigo de ese Evangelio en el mundo. Porque, hoy como ayer, ahí está esa multitud que todavía "intenta tocarle, porque sale de él una fuerza que sana a todos". Son las multitudes, de pueblos de toda raza y nación, que todavía se preguntan por el destino y sentido de sus vidas. Gentes a las que les parece muy poco ser únicamente animales sanos, sin problemas entre sus iguales, con unos horizontes de vida que no pueden trascender lo cotidiano. Satisfechos, a lo más, en este mundo, aunque este mundo termine sin esperanza.

Pero el hombre está para algo más. Para mucho más. Y hace falta escucharlo, una y otra vez si fuera preciso. Porque una ideología, que pretende reducirnos a lo terreno, presiona con fuerza, arrastra a la humanidad a la falta de trascendencia. Hace falta, asegura san Josemaría, una cruzada de virilidad y de pureza que contrarreste y anule la labor salvaje de quienes creen que el hombre es una bestia.

—Y esa cruzada es obra vuestra.

No hace falta que nos detengamos en descripciones, porque salta a la luz que, en buena parte de los medios de comunicación, se difunde una visión del hombre que termina en esta vida y que, en esta vida se trata, por consiguiente, de buscar la máxima realización humana. Así, pues, el hombre, con los medios terrenos a su alcance y según su criterio, podría alcanzar plenamente su máximo destino. Tan es así que, pensar en cualquier tipo de trascendencia de las realidades terrenas, no sólo resultaría inútil y una pérdida de tiempo y de energías en ilusiones vacías, sino que sería contraproducente, ese intento nos distraería del logro de nuestra máxima realización, que únicamente se puede dar en este mundo.

Parece claro, en todo caso, que el cristiano debe dar una respuesta, lo más convincente posible, a las insatisfacciones del hombre arrastrado por esa cultura sin Dios. Lo sabía Cristo, que dedicó bastante tiempo a adoctrinar a esa multitud de discípulos y, de modo particular, a doce apóstoles especialmente escogidos. Y "no se puede dar lo que no se tiene", y hay mucho por dar a cada uno y en muchos lugares. San Josemaría advierte: Convéncete: necesitas formarte bien, de cara a esa avalancha de gente que se nos vendrá encima, con la pregunta precisa y exigente: —"bueno, ¿qué hay que hacer?"

¿Nos sentimos elegidos –como hijos de Dios responsables de sus hermanos, los demás hombres– para la tarea inmensa y fascinante de cristianizar el mundo? Cruzada, la llamaba san Josemaría, y obra vuestra, de cada bautizado. Pero, recordemos, que "no se puede dar lo que no se tiene". Lo hemos visto claro y nos sentimos destinados a la empresa evangelizadora, la más grandiosa y noble de las tareas que podemos llevar a cabo en este mundo: colaborar con Dios en la salvación de las almas. Pero primero, oración; después, expiación; en tercer lugar, muy en "tercer lugar", acción. Esa es la pauta del apóstol, según el autor de Camino. Porque la oración es la fuente primera de todo apostolado y antes de todo apóstol. La fuente, pues, de la mortificación y de la acción apostólica, y de la vida del cristiano, que quiere vivir como hijo de Dios.


La Reina de los apóstoles, Madre nuestra, conduzca nuestra vida –le pedimos– para ser fieles hijos de Dios, responsables de la salvación del mundo.

domingo, 25 de octubre de 2009

viernes, 23 de octubre de 2009

Fiesta Nuestra Señora de las Nieves

El 5 de agosto conmemorando el Santo de nuestra Madre Superiora hemos realizado una pequeña fiesta en su honor, disfrutando a lo grande de la compañía de todas las hermanas, residentes y familiares.
Elisa Moares recitando una poesía...

Blancanieves y los siete enanitos...

Carrera de Formula 1...


Nuestras Pandereteiras....



GRACIAS A TODOS

jueves, 22 de octubre de 2009

Bienvenido a casa

miércoles, 21 de octubre de 2009


El Papa Benedicto XVI dedicó la catequesis de la audiencia general de hoy a reflexionar sobre las enseñanzas de San Bernardo de Claraval (1090-1153) y recordó “que sin una fe profunda en Dios, alimentada por la oración y la contemplación, nuestras reflexiones sobre los misterios divinos corren el peligro de transformarse en mero ejercicio intelectual y pierden su credibilidad”.
El Santo Padre señaló que Bernardo de Claraval es conocido como el "último de los Padres" de la Iglesia, "porque en el siglo XII, una vez, más renovó y puso de relieve la gran teología de los Padres".
El Papa explicó que los dos aspectos centrales de la doctrina del santo atañen a Jesucristo y a la Virgen María. El abad de Claraval "no aporta orientaciones nuevas en el estatuto científico de la teología. Pero, con gran decisión, configura el teólogo al contemplativo y al místico", ya que para él "el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal profunda de Jesucristo y de su amor".
"Esto es válido para todos los cristianos; la fe es ante todo un encuentro personal con Jesús y experimentar su cercanía, su amistad y su amor". Asimismo, el santo no duda de que "a través de María llegamos a Jesús" y documenta claramente "el puesto privilegiado de la Virgen en la economía de la salvación merced a la participación especial de la Madre en el sacrificio del Hijo", agregó.
Asimismo, destacó que las reflexiones de San Bernardo "llaman en causa, también en nuestros días, no solo a los teólogos, sino a todos los creyentes", porqué "a veces se quieren resolver las cuestiones fundamentales sobre Dios, el ser humano y el mundo, solo con la fuerza de la razón”.
“San Bernardo, en cambio, sólidamente anclado en la Biblia y en los Padres de la Iglesia, nos recuerda que sin una fe profunda en Dios, alimentada por la oración y la contemplación, nuestras reflexiones sobre los misterios divinos corren el peligro de transformarse en mero ejercicio intelectual y pierden su credibilidad", indicó.
También señaló que “la teología nos lleva a ‘la ciencia de los santos’, a su intuición de los misterios de Dios vivo, a su sabiduría, don del Espíritu Santo, que se transforman en puntos de referencia del pensamiento teológico. Al final, la figura más verdadera del teólogo y de todo evangelizador es la del apóstol Juan, que apoyó su cabeza en el corazón del Maestro”.
Bernardo nació en Fontaines (Francia) y a los veinte años ingresó en el monasterio de Citeaux. En 1115 fue enviado por San Esteban Harding, tercer abad de Citeaux, a fundar el monasterio de Claraval (Clairvaux), de donde fue abad. El santo implantó allí "una vida sobria y mesurada, tanto en el refectorio como en los hábitos y edificios monásticos, recomendando además el sustentamiento y la ayuda a los pobres".
Desde Claraval, cuya comunidad era cada vez más numerosa, Bernardo mantuvo una nutrida correspondencia con personas de todo tipo y compuso además gran cantidad de sermones, sentencias y tratados. A partir de 1130 se ocupó también de graves cuestiones que afectaban a la Santa Sede y a la Iglesia. Con sus escritos combatió la herejía de los cataros, que al despreciar la materia y el cuerpo humano, despreciaban al Creador. Asimismo condenó "las cada vez más frecuentes manifestaciones de antisemitismo y defendió a los judíos".

lunes, 19 de octubre de 2009

El Beato Sancha, "timbre de gloria de la España católica", dice Amato


Mons. Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha proclamado beato al Cardenal Arzobispo de Toledo Ciriaco María Sancha y Hervás, en una multitudinaria celebración, en la Catedral Primada, en la que han concelebrado cinco cardenales y cerca de cuarenta obispos. Asistían, junto a los fieles de Toledo y de las diócesis vinculadas a la vida y ministerio del nuevo beato, un numeroso grupo de peregrinos de América Latina, especialmente de República Dominicana, acompañados de un centenar de Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha. Asistían también religiosas de las comunidades trapenses de Alloz, La Palma y Armenteira, así como representantes del Instituto Catequista Dolores Sopeña

viernes, 16 de octubre de 2009

Seis jóvenes profesan sus votos en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y otras siete toman hábitos

VALENCIA, 15 OCT. (AVAN).- Un total de seis jóvenes han profesado sus votos hoy en la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. De ellas, cinco han profesado votos simples y la sexta, perpetuos. Además, ayer otras siete jóvenes tomaron los hábitos en la misma congregación en Valencia. El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha presidido este mediodía la profesión de votos perpetuos de la boliviana Marta de la Santísima Trinidad Rojas, de 29 años, en la casa del instituto religioso en la localidad valenciana de Burjassot. La religiosa, que emitió sus votos temporales hace nueve años, realizó el noviciado en Palencia y ha recibido durante varios años formación y prácticas en diversas residencias y comunidades de la congregación en Villena, Valencia y Sueca, adonde volverá para ejercer su labor una vez profese, hoy sus votos definitivos.A su vez, las cinco jóvenes, todas ellas de 21 años de edad, que han profesado sus votos simples, lo han hecho esta mañana, en la casa generalicia de las Hermanitas en Valencia. Se trata de Mari Luz Vela Canalejas, natural de Toledo; y Gladis Magali Tamay Fernández, Laura Patricia Jaimes Rojas, Tulma Yanet Méndez Scarpetta y Amalfi Rincón Mendoza, todas ellas de Colombia.La ceremonia, en la que las jóvenes han emitido los votos de pobreza, obediencia y castidad, ha sido presidida por el sacerdote Gil Herrero.Estas cinco jóvenes se trasladarán hasta Madrid tras su profesión de votos para iniciar allí la etapa del “juniorado de primera aprobación”, en la que recibirán durante dos años formación religiosa y de auxiliar de clínica, según han informadoa la agencia AVAN fuentes del instituto religiosa. Por otra parte, las siete jóvenes que tomaron ayer los hábitos en la congregación religiosa son Mayeici Gutiérrez Díaz, Liliana-Rocío Vega López, Liceth-Amparo Cristandro, Sandra-Elena Sánchez Mosquera y Flor-Alicia Vega Niña, todas ellas de Colombia; así como Deysi Uriarte Ribera y Eva-Ruth Fustamante Rodríguez, ambas de Perú. Todas ellas tienen entre 18 y 20 años.En la ceremonia de vestición de hábitos “cambiaron el velo blanco por el negro y recibieron el escapulario y el crucifijo”, según las mismas fuentes. A partir de ahora, comenzarán en Valencia su etapa de noviciado. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados atienden, en la actualidad, a cerca de 25.000 ancianos sin recursos en más de 210 asilos y residencias en Europa, Iberoamérica, África y en Asia, en su primera casa de Manila. La congregación, que cuenta con 2.500 religiosas, fue fundada en 1872 por el sacerdote Saturnino López Novoa y por la maestra, y a partir de entonces religiosa de la congregación, santa Teresa de Jesús Jornet, canonizada en 1973, que abrieron su primer centro en Valencia, donde está también su Casa Generalicia.
Ceremonia de votos perpetuos (foto1), jóvenes que han profesado sus votos temporales (2) y las que han tomado los hábitos (3).

miércoles, 14 de octubre de 2009

En un mundo "frenético" cristianos deben proponer amor y perdón, dice Benedicto XVI


Al presidir la Audiencia General de este miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI se refirió a Pedro el Venerable, un santo abad de la famosa Abadía de Cluny del siglo XI y explicó que su ejemplo alienta a los cristianos a ser ejemplo de amor y perdón en medio de "un ritmo de vida frenético".
El Santo Padre señaló que este abad constituye "un ejemplo admirable de asceta riguroso consigo mismo y comprensivo con los demás". Nació hacia el 1094 y en 1122 fue elegido "abad de la célebre abadía benedictina de Cluny". Falleció en 1156. "Cultivó la amistad, especialmente con sus monjes, que habitualmente se confiaban con él, seguros de ser escuchados y comprendidos", dijo el Papa.
"Este santo Abad constituye un ejemplo también para los monjes y los cristianos de nuestro tiempo, marcado por un ritmo de vida frenético, donde son frecuentes los episodios de intolerancia y de incomunicabilidad, las divisiones y los conflictos. Su testimonio nos invita a saber unir el amor a Dios con el amor al prójimo, y a no cansarnos de reanudar las relaciones de fraternidad y de reconciliación", señaló.
El Santo Padre resaltó que Pedro el Venerable "afirmaba con vivo sentido eclesial, que las vicisitudes del pueblo cristiano deben ser sentidas en lo 'íntimo del corazón' por los que son 'miembros del cuerpo de Cristo'. Y añadía: 'No está alimentado por el espíritu de Cristo quien no siente las heridas del cuerpo de Cristo', allí donde se produzcan".
"Además, mostraba su solicitud y atención con quienes no formaban parte de la Iglesia, en particular con los judíos y musulmanes: para favorecer el conocimiento de estos últimos dispuso que se tradujera el Corán", agregó Benedicto XVI.
El Papa resaltó también el "amor a la Eucaristía y la devoción a la Virgen María" de Pedro el Venerable" así como "la predilección por la actividad literaria, para la que estaba muy dotado".
El Pontífice dijo luego que aunque Pedro el Venerable "no fue un teólogo sistemático, fue un gran indagador del misterio de Dios. Su teología está enraizada en la oración, especialmente en la litúrgica y entre los misterios de Cristo, prefería el de la Transfiguración, en el que se prefigura la Resurrección. Introdujo en Cluny esta fiesta, cuyo fin era 'la contemplación del rostro glorioso de Cristo'".
El Santo Padre señaló que para este santo abad, "el ideal del monje consiste en "adherir tenazmente a Cristo" mediante "la contemplación silenciosa y la alabanza constante a Dios".
"Si este estilo de vida unido al trabajo cotidiano constituye para San Benito el ideal del monje, también puede serlo en gran medida para todo cristiano que quiera ser auténtico discípulo de Cristo, y que se caracteriza por la adhesión tenaz a Él, por la humildad, la laboriosidad y la capacidad de perdón y de paz", concluyó.
En sus palabras en castellano, Benedicto XVI explicó que Pedro el Venerable "solía decir que se obtiene más de una persona con comprensión, que irritándola".
Luego saludó a los peregrinos de lengua española, "en particular a los grupos acompañados por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla, a las Superioras Mayores de las Mercedarias de la Caridad, así como a los demás grupos procedentes de España, Chile, México y otros países latinoamericanos. Que el ejemplo de Pedro el Venerable impulse a todos a vivir como verdaderos discípulos de Cristo".

sábado, 10 de octubre de 2009

11 de Octubre, Canonización del Beato Rafael Arnaiz

viernes, 9 de octubre de 2009

María esperanza del mundo

miércoles, 7 de octubre de 2009

Nuestra Señora del Santo Rosario


Excelencia del Rosario
A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.
Dijo Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.
El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.
Su Santidad León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario"
Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.
Su Santidad Juan Pablo II nos insiste en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.
Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton, quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: "La familia que reza unida, permanece unida".
Recomendado por la Virgen en diversas aparicionesA la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".

domingo, 4 de octubre de 2009

Clarisas de Lerma

viernes, 2 de octubre de 2009

Fiesta de los Ángeles Custodios


Fiesta de los Ángeles Custodios 2 de Octubre Todos los Recursos En la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos.
En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba que "los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".

En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).

En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custodiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen.


Y en el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.

jueves, 1 de octubre de 2009

Santa Teresita del Niño Jesús


Ofrenda de mí misma, como víctima de holocausto, al amor misericordioso de Dios.
¡Oh, Dios mío, Trinidad Bienaventurada!, deseo amaros y haceros amar, trabajar por la glorificación de la Santa Iglesia, salvando las almas que están en la tierra y librar a las que sufren en el purgatorio. Deseo cumplir perfectamente vuestra voluntad y alcanzar el puesto de gloria que me habéis preparado en vuestro reino. En una palabra, deseo ser santa, pero comprendo mi impotencia y os pido, ¡oh, Dios mío!, que seáis vos mismo mi santidad.

Puesto que me habéis amado, hasta darme a vuestro único Hijo como Salvador y como Esposo, los tesoros infinitos de sus méritos son míos; os los ofrezco con alegría, suplicándoos que no me miréis sino a través de la Faz de Jesús y en su Corazón ardiendo de Amor.
Os ofrezco también todos los méritos de los santos (los que están en el cielo y en la tierra), sus actos de amor y los de los Santos Ángeles; en fin, os ofrezco, ¡oh Trinidad Bienaventurada!, el amor y los méritos de la Santísima Virgen, mi Madre querida; en sus manos pongo mi ofrenda, rogándola que os la presente. Su divino hijo, mi Amado esposo, en los días de su vida mortal, nos dijo: «Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os será concedido». Estoy, pues, segura que escucharéis mis deseos; lo sé, ¡oh, Dios mío!, cuanto más queréis dar, más hacéis desear. Siento en mi corazón deseos inmensos y os pido con confianza que vengáis a tomar posesión de mi alma. ¡Ah!, puedo recibir la sagrada comunión con tanta frecuencia como lo desee; pero, Señor, ¿no sois vos Todopoderoso?... Permaneced en mí, como en el sagrario, no os apartéis jamás de vuestra pequeña hostia...

Quisiera consolaros de la ingratitud de los malos y os suplico que me quitéis la libertad de ofenderos; si por debilidad, caigo alguna vez, que inmediatamente vuestra divina mirada purifique mi alma, consumiendo todas mis imperfecciones, como el fuego, que transforma todas las cosas en si mismo...
Os doy gracias, ¡Dios mío!, por todos los favores que me habéis concedido, en particular por haberme hecho pasar por el crisol del sufrimiento. Os contemplaré con gozo el último día, cuando llevéis el cetro de la cruz. Y ya que os habéis dignado hacerme participar de esta preciosa cruz, espero parecerme a vos en el cielo y ver brillar sobre mi cuerpo glorificado las sagradas llagas de vuestra Pasión...

Después del exilio de la tierra, espero ir a gozar de vos en la Patria, pero no quiero amontonar méritos para el cielo, sólo quiero trabajar por vuestro amor, con el único fin de agradaros, de consolar vuestro Sagrado Corazón y salvar almas que os amen eternamente.
A la tarde de esta vida, me presentaré delante de vos con las manos vacías, pues no os pido, Señor, que tengáis en cuenta mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas ante vuestros ojos. Quiero, por tanto, revestirme de vuestra propia Justicia, y recibir de vuestro amor la posesión eterna de vos mismo. No quiero otro trono y otra corona que a Vos, ¡oh Amado mío!

A vuestros ojos el tiempo no es nada, un solo día es como mil años; vos podéis, pues, prepararme en un instante, para presentarme ante vos...
Para vivir en un acto de perfecto amor, ME OFREZCO COMO VÍCTIMA DE HOLOCAUSTO A VUESTRO AMOR MISERICORDIOSO, suplicándoos que me consumáis sin cesar, dejando desbordar, en mi alma, las olas de ternura infinita que tenéis encerradas en vos y que, de ese modo, me convierta en mártir de vuestro amor, ¡oh, Dios mío!
Que este martirio, después de prepararme para presentarme ante vos, me haga finalmente morir y que mi alma se lance sin tardanza en el abrazo eterno de vuestro amor misericordioso...
Quiero, ¡oh, Amado mío!, a cada latido de mi corazón, renovar esta ofrenda un número infinito de veces, hasta que las sombras se hayan desvanecido y pueda repetiros mi amor en un cara a cara eterno...

MARÍA, FRANCISCA, TERESA DEL NIÑO JESÚS Y DE LA SANTA FAZ, reí. carm. md.
Fiesta de la Santísima Trinidad, 9 de junio del año de gracia de 1895

El Papa a los Sacerdotes: usad los medios de comunicación


CIUDAD DEL VATICANO, martes 29 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la palabra” es el tema escogido por Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2010.
El Mensaje para la Jornada Mundial de la 44ª de las Comunicaciones Sociales se dirige especialmente a los sacerdotes, en este Año Sacerdotal y tras la celebración de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Les invita a “considerar los nuevos medios como un poderoso recurso para su ministerio al servicio de la Palabra y quiere dirigir una palabra de aliento para afrontar los retos derivados de la nueva cultura digital”.
Así lo señala un comunicado del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales que anuncia el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, publicado por la Oficina de Información de la Santa Sede este martes 29 de septiembre, fiesta de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel.
“Si los nuevos medios se conocen y valoran adecuadamente, pueden ofrecer a los sacerdotes y a todos los agentes de pastoral una riqueza de datos y contenidos que antes eran de difícil acceso, y facilitan formas de colaboración y de crecimiento de comunión impensables en el pasado”, explica el Consejo Pontificio.
El comunicado destaca que “gracias a los nuevos medios, los que predican y dan a conocer el Verbo de la vida pueden llegar, con palabras, sonidos e imágenes –verdadera y expresiva gramática expresiva de la cultura digital- a individuos y a comunidades enteras de todos los continentes”.
Ello permite “crear nuevos espacios de conocimiento y de diálogo y llegar a proponer y a realizar itinerarios de comunión”.
“Si se usan sabiamente, con la ayuda de expertos en tecnología y cultura de la comunicación, los nuevos medios pueden así convertirse para los sacerdotes y para todos los agentes de pastoral en un válido y eficaz instrumento de verdadera y profunda evangelización y comunión”, indica.
Y augura: “Serán una nueva forma de evangelización para que Cristo llegue lejos en los caminos de nuestras ciudades y, ante las puertas de nuestras casas, diga nuevamente: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”.
El comunicado también recuerda que “la responsabilidad principal del sacerdote es anunciar la Palabra de Dios hecha carne, hombre, historia, convirtiéndose así en signo de esa comunión que Dios realiza con el hombre”.
La eficacia de este ministerio requiere, por tanto, que el sacerdote viva una relación íntima con Dios, radicada en un amor profundo y en un conocimiento vivo de las Sagradas Escrituras, “testimonio” escrito de la Palabra divina.
En 2009, la anterior Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales ha estado dedicada al tema "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad".
En su mensaje para aquella ocasión, el Papa invitaba “a todos los que emplean las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial los jóvenes, a utilizarlas de una manera positiva y a comprender el gran potencial de esos medios para construir lazos de amistad y solidaridad que pueden contribuir a un mundo mejor”.
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es la única celebración mundial que convocó el Concilio Vaticano II, y se celebra en casi todos los países del mundo el domingo precedente a Pentecostés.