sábado, 24 de septiembre de 2011

Domingo 25 de Septiembre de 2.011






Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Segunda Lectura:

Ezequiel 18:25-28
Salmo 25:4-9
Filipenses 2:1-11 o Filipenses 2:1-5




Evangelio:

San Mateo 21, 28-32

“No quiero”

Mat 21:28 Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -"¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mandó: "Hijo, vete hoy a trabajar en la viña".
Mat 21:29 Pero él le contestó: "No quiero". Sin embargo se arrepintió después y fue.
Mat 21:30 Se dirigió entonces al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: "Voy, señor"; pero no fue.
Mat 21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? -El primero -dijeron ellos. Jesús prosiguió: -En verdad os digo que los publicanos y las meretrices van a estar por delante de vosotros en el Reino de Dios.
Mat 21:32 Porque vino Juan a vosotros con un camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las meretrices le creyeron. Pero vosotros, ni siquiera viendo esto os arrepentisteis después para poder creerle.

Biblia EUNSA

"Palabra del Señor"

"Gloria a ti Señor Jesús"



Meditación:


“No quiero”

Sé que estás arrepentido de este “No quiero”, que reiteradamente le has ido diciendo a Dios, en tantas cosas que sabes que tienes que cambiar de tu vida, que sabes que Dios quisiera eso de ti, que te niegas a ofrecerle. ¡Lo sé!

Ven a mis brazos, deja que te lleve la Comunión y Cristo te abrace, después de una buena confesión. Dios lo perdona todo, TODO, pero debes tú, pedirle perdón, sinó te quedas sin ser perdonado, sinó te quedas sin recibir el Amor de Dios, Uno y Trino, que en Santa Unidad, la Divina Trinidad, un sólo Dios, quiere darte, a cambio de que cambies, y que en vez de decirle “No quiero”, le digas: “fiat”, que se haga en ti su voluntad, la voluntad de Dios en unidad.

Dios te quiere libre, ¡libre!

Dios quiere que libremente quieras hacer lo que te pide, y te pide que cumplas los 10 mandamientos de su Ley, de la Ley de Dios, que uses de los sacramentos, de la oración, y que con esfuerzo adoptes en ti mejores virtudes de las que ya tienes, porque la santidad se logra con esfuerzo.

Dios confía en ti.

Dios necesita de ti. Por eso te pide y espera que cumplas con lo que quiere.

No le digas nunca más: “No quiero”

Sé feliz, haciendo feliz a Dios, que es la única manera de poder sonreír de corazón, por cumplir con la voluntad de Dios.

¡Ánimo!

Dios te Ama y te quiere mejor de lo que ya eres, porque como buen Padre que es, tuyo, sabe que puedes dar más de ti. ¡Di que sí! ¡Sé feliz!

P. Jesús