miércoles, 4 de noviembre de 2020

SIMPLEMENTE, PROFUNDAMENTE Y REPETIDAMENTE GRACIAS


Decía un gran sabio” La unión hace la fuerza”. La verdad que en este momento no hay palabras para agradeceros tanta generosidad a todas y cada una. Habéis sabido entregar lo mejor de vosotras mismas y lo más grande que hay en los momentos difíciles, como es el amor y la entrega. 

Quiero agradecéroslo a todas y a cada una, y de una manera especial a Joana, la enfermera, que en todo momento ha dejado la mejor huella que una persona entregada puede dejar. Agradezco también a las empleadas del Covid, a pesar del gran riesgo que corrían no han escatimado esfuerzo y sacrificio, incluso Mari Carmen que se contagio en la zona Covid, donde trabajaba voluntaria como sus compañeras, a todas y cada una mi inmensa gratitud. 




Doy gracias a la Virgen, a Ella encomendé cada día esta casa con todos los que en ella moramos. Principalmente mi mayor agradecimiento a mis hermanitas, ellas han sido y son las pioneras en el sacrificio y desde el primer día de confinamiento han sido en sus oficios un ejemplo de sacrificio y entrega. Agradezco al equipo técnico que, han llevado el Covid, a Marta la psicóloga y a todas las empleadas de los oficios, que han estado cuidando al máximo de todos los residentes, y que día a día en medio de las dificultades han ido equilibrando algo tan difícil como es esta situación que hemos vivido. Mi gratitud para los tres chicos ,también ellos no han escatimado esfuerzo alguno para ayudar en lo tocante a este departamento, para ellos, las cocineras, las de lavandería, con su gran trabajo, para todos, mi inmensa gratitud. 




La vida solo se vive una vez y me gustaría que de todo esto sacáramos algo positivo pero que no sea Covid. El vivir más unidos y unidas, dejar atrás las distancias, las criticas y los rencores, sin analizar lo que no me gusta o creo que no es así, todo esto no conduce a nada. Creo que es hora de descubrir lo hermoso que es pasar por la vida dejando una hermosa huella de paz, donde nunca destruyamos con nuestras palabras, sino solo construyamos la paz y la unidad. Vivamos todos y todas unidos y así empezaremos a construir un mundo donde haya menos odio y más amor. Sigamos encomendándonos a San Roque, tengo la certeza de que el también nos ha cuidado. 

Ahora hemos ganado la primera batalla, pero no bajemos la guardia, sobre todo fuera de aquí, preparémonos siempre para una próxima, pero sabiendo que nos cuidamos mucho, evitando todo contacto con personas, aunque sean queridas, ya que lo hacemos por nuestro bien
y por las personas que nos rodean. Y termino con la palabra más hermosa para cada uno y cada una de vosotros. Con todo mi cariño. MUCHISIMAS GRACIAS.