GUATEMALA
Soy una aspirante de la congregación de las
hermanitas de los ancianos desamparados de Guatemala. Me llamo Lidia Ofelia
Simón Perén tengo 21 años de edad, soy la primera hija de 11 hermanos,
originaria de San Juan Comalapa, del departamento de Chimaltenango Guatemala.
¿Cómo surgió mi vocación?
Naci de una familia muy sencilla y muy humilde
donde la cual he aprendido a través de mis padres el vivir de la vida
cristiana. Estoy muy agradecida con Dios y con mis padres por enseñarnos a
rezar en familia porque ellos siempre nos decían que primero hay que buscar a
Dios y las demás cosas vendrán por añadidura. Una de las oraciones que
rezábamos con mi familia era la oración por las vocaciones y estoy segura que
por ello Dios me ha elegido en mi humilde familia.
Desde niña tenia la inquietud de conocer la vida o
el carisma de alguna congregación religiosa. Yo participaba en la Santa Misa
con mi familia todos los domingos que íbamos al pueblo, a veces llegaban algunas
congregaciones religiosas a la parroquia a hacer promoción vocacional cuando yo
las miraba sentía el deseo de conocer la vida de ellas. Hasta que un día tuve
la oportunidad de conocer a la congregación de las hermanitas de los ancianos desamparados
de Guatemala, en una de las visitas de las Hermanitas a la parroquia vecina de
San José Poaquil Chimaltenango pueblo a donde la cual nunca me gustaba ir, pero
Dios sabia porque fue que yo fui a esa parroquia a la Santa Misa. Terminando la
Eucaristía me acerque a la Madre Superiora Josefa Alonso Fernández de las Hermanitas
de Guatemala con el fin de poder informarme y a través de ella conocer a la
congregación.
Aproximadamente después de cuatro meses recibí una llamada telefónica de la
Madre Josefa Alonso invitándome a participar en una convivencia en el mes de
diciembre del año 2011 que se iba a realizar en la casa de las Hermanitas donde
ellas residían actualmente. Con el permiso de mis padres me di la oportunidad
de conocer mas a fondo el carisma de la congregación, los primeros días me
costo mucho incluso a los tres días yo
quería regresarme a mi casa pero al final no fue a si. Porque por medio de los
Sacerdotes, de la Madre, de las
Hermanitas incluso de los ancianos Dios me hablaba a través de palabras de
aliento, de ánimo y de fortaleza que ellos me daban, las cuales me ayudaron a
quedarme, algo que me llamo mucho la atención es cómo las hermanitas atendían a los ancianos
entregándolo todo por ellos y haciéndolo todo por Amor a Dios, también me encanto la frase que decía
la Santa Madre Teresa de Jesús Jornet Ibars que decía “HAY QUE CUIDAR A LOS CUERPOS
PARA SALVAR A LAS ALMAS” .
Pasado el tiempo
comprendí que Dios me necesitaba para ayudarlo atendiendo a sus hijos los
ancianos. Tome la decisión de regresar
con las Hermanitas en enero del año 2012, cuando yo regrese a mi casa todos mis sueños, mis
metas, mis anhelos cambiaron por completo después de ese encuentro que tuve con
Dios. Llegando a mi casa le comente a mi familia de la decisión que yo había
tomado pero nadie me creía, mi papá me
dijo que quizás yo hasta ahorita estaba en la edad de la locura y uno de mis
hermanos me dijo que yo estaba loca, pero bueno después de cuatro días empecé a
preparar mis papelerías para poder ingresar al aspirantado de dicha
congregación luego mis padres me
preguntaron que si era verdad lo que yo les había dicho y yo les dije que si. Reunidos
toda mi familia mis padres me dijeron
que ellos no se iban a oponer con
la decisión que yo había tomado,
que si era por mi felicidad que lo hiciera porque ellos anhelaban en un futuro
verme feliz aunque para mi familia sea muy difícil el que yo ya no este con
ellos.
Yo estaba laborando como maestra en mi pueblo de
San Juan Comalapa y estaba estudiando el primer año en la universidad pero Dios
me concedió la gracia de darme el valor,
la valentía y las fuerzas necesarias para poder renunciarme a mi misma dejando
mi trabajo, mi estudio y a mi familia haciéndolo por amor a él, marchándome
hacia donde las hermanitas ingresando a tan bendecida congregación como una
aspirante en el año 2012.
Estoy muy
feliz porque próximamente viajare a España para iniciar la etapa de
postulantado. Por ello pido a Dios; El que me sedujo y al que me dejé seducir,
me conceda la santa perseverancia en mi vocación de Hermanita.